La salsa Alfredo es una salsa cremosa con alto contenido en grasas, por lo que es necesario controlar su contenido graso.
Control del índice glucémico (IG): La pasta debe cocerse al dente (poco hecha) para reducir su IG. El alto contenido en grasa de la salsa Alfredo ralentiza considerablemente la digestión de los carbohidratos, lo que reduce la carga glucémica total.
Control de las grasas: La salsa Alfredo se prepara tradicionalmente con nata y mantequilla, lo que le aporta muchas grasas saturadas. Se recomienda utilizar nata desnatada o sustituirla parcialmente por caldo o leche.
Absorción de calcio: el parmesano (ingrediente clave) es una excelente fuente de calcio.
Mejora de los nutrientes: añadir espinacas frescas o brócoli al final de la preparación aumentará considerablemente el contenido de fibra y vitaminas.
